Boardman – La comunidad de West Glen se ha unido para formar un nuevo grupo, West Glen United, dedicado a garantizar que la voz de su comunidad se escuche mientras el condado de Morrow explora posibles soluciones al problema de la contaminación por nitratos en la región.
Los residentes de West Glen se han visto gravemente afectados por la contaminación por nitratos en sus pozos proveniente de fertilizantes agrícolas y aguas residuales industriales. Más de 100 miembros de West Glen United afirman que ya han pagado un alto precio por la contaminación, tanto por la pérdida de acceso a sus pozos, la pérdida del valor de sus propiedades y los efectos que el agua potable contaminada ha tenido en su salud.
“Nosotros no causamos esta contaminación, pero ahora mismo somos quienes la estamos pagando”, declaró Anniese Philpott, miembro de West Glen United. “Ya pagamos por el agua cuando instalamos nuestros pozos, y perforarlos no fue barato. Nos han robado el agua potable y no deberíamos tener que pagar aún más porque estas grandes empresas contaminaron nuestras aguas subterráneas”.
El nitrato se considera peligroso en niveles superiores a 10 mg/L; sin embargo, los estudios demuestran cada vez más que está relacionado con graves problemas de salud a largo plazo, incluyendo ciertos tipos de cáncer, en niveles de 3 a 5 mg/L. Muchos pozos en el vecindario de West Glen alcanzan niveles de hasta 60 mg/L, y una gran parte de los residentes reportan problemas de salud relacionados con el nitrato después de haber bebido el agua sin saberlo durante años.
Ahora, los residentes temen que se les avecine otro costo injusto a medida que el condado de Morrow avanza con sus planes de extender las tuberías de agua de la ciudad a West Glen y otras partes del sur de Boardman.
“Sentimos que nuestro propio gobierno nos está presionando, y no vamos a aceptarlo”, dijo Paulo López, miembro de West Glen United. “Hablamos del futuro del agua en nuestros hogares; merecemos tener voz y voto. Actualmente no estamos representados”.
Los miembros del grupo afirman que acaban de conocer el plan del Condado, a pesar de que aparentemente lleva más de un año en marcha, y muchos sienten que solo se les permite dar su opinión ahora que el Condado ha decidido qué medidas tomar. Señalan la falta de participación de la comunidad en las decisiones, así como las declaraciones de funcionarios públicos, como prueba de que se les está excluyendo del proceso.
Por ejemplo, la primera reunión comunitaria para que los residentes de West Glen conocieran el proyecto propuesto se celebró en junio. Solo asistieron 4 de los 102 hogares de West Glen, y muchos han informado desde entonces que no se les informó sobre la reunión. Los pocos que asistieron a esa reunión informaron que muchas de sus preguntas quedaron sin respuesta, y solo queda una reunión de este tipo para el 1 de octubre. El condado de Morrow afirma que las reuniones son una oportunidad para que los residentes de West Glen opinen sobre el plan hídrico de la ciudad.
Sin embargo, al parecer, los funcionarios locales ya habían presionado al representante Greg Smith para obtener fondos de los contribuyentes para el proyecto en la Legislatura de Oregón mucho antes de la primera reunión. Smith anunció la financiación a finales de junio, antes de que se celebraran las otras dos reuniones de participación pública.
“Estos fondos se utilizarán para conectar West Glen con la ciudad de Boardman, reduciendo la dependencia de pozos domésticos no regulados y poco fiables”, escribió Smith en un comunicado de prensa del 24 de junio, añadiendo posteriormente en una entrevista con GoHermiston que el dinero se utilizaría en West Glen para “desconectarlos” de sus pozos y “conectarlos al agua municipal”.
El administrador del condado de Morrow, Matt Jensen, insistió repetidamente en que los residentes de West Glen tendrían que pagar por el servicio de agua a pesar de no haber causado la contaminación y de que ya han sufrido importantes daños económicos y de salud debido a la contaminación por nitratos. Jensen también declaró que si los residentes se negaban a conectarse al suministro de agua municipal, ya no podrían recibir agua embotellada, que actualmente es la única fuente de agua potable segura para la mayoría de las familias de West Glen.
En respuesta a los comentarios de Jensen, López respondió: “¿Quieren vendernos agua o ayudarnos?”.
Otro miembro de West Glen United, Jim Klipfel, afirmó que la falta de representación de nuestros funcionarios es precisamente la razón por la que la comunidad sintió que no tenía otra opción que organizarse.
“Vamos a unirnos y exigir una voz legítima en este proceso”, dijo Klipfel. “Merecemos agua limpia, merecemos voz en nuestro propio gobierno y merecemos mantener nuestro estilo de vida rural”. Los miembros de West Glen United planean seguir presionando a los funcionarios locales para que trabajen con ellos en soluciones al problema del nitrato que funcionen para su comunidad.
