TRI-CITIES, WA – Dos empresarios locales están acusados de recaudar y usar medio millón de dólares para sus propios gastos.
Ahora enfrentan varios cargos en un esquema Ponzi que afecta a al menos 11 inversionistas.
De acuerdo con los documentos judiciales, este caso data desde 2015 y 2016 cuando Gabriel Ramos y Miguel Angel Miranda Jr. contactaron a los inversores con la oportunidad de obtener ganancias dentro de uno a tres meses.
A los inversores se les dijo que su dinero se prestaría a pequeñas empresas que reembolsarían el dinero en una fecha específica y que los prestatarios reembolsarían una devolución adicional. A los inversores se les dio muy poca información sobre los prestatarios, pero de acuerdo con los documentos judiciales, Ramos y Miranda hicieron creer a los inversionistas que las devoluciones estaban garantizadas y que había una reserva para pagarles si el prestatario incumplía el préstamo.
El plan comenzó a colapsarse en 2016 después de que Ramos no pudo pagar a los inversores. El afirmo que los fondos “estaban en manos de prestatarios malos,” lo que provocó que los inversionistas perdieran más de $300,000.
Los documentos de la corte muestran que Ramos utilizo los fondos de los inversores para pagar a los inversionistas anteriores.
Ramos también causó que Hapo Community Credit Union perdiera más de $75,000 en un esquema de check-kiting. En un día, Ramos y su esposa hicieron varias transacciones de cuatro sucursales diferentes, mientras Ramos compraba cheques de caja y recibió miles dólares en efectivo usando cheques sin fondos que escribió desde una cuenta en Gesa Credit Union.
Ramos y Miranda optaron por no hablar en este momento.
