Washington exige la vacunación contra el COVID-19 a la mayoría de los empleados estatales

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OLYMPIA, WA – La mayoría de los empleados estatales deberán vacunarse completamente contra el COVID-19 antes del 18 de octubre y presentar una prueba a su empleador.

En un comunicado de la Oficina del Gobernador Jay Inslee, se lee: “si se niegan, dejarán de ser empleados del estado o de empresas privadas”.

El estado permitirá una exención religiosa. El lenguaje exacto aún se está ultimando.

El gobernador Inslee dijo que no habrá una opción para probar regularmente en lugar de ser vacunados. Inslee dijo que esta opción no funciona bien en entornos tales como las instalaciones del Departamento de Corrección o centros de atención a largo plazo. El coste de las pruebas regulares es algo que el estado también quiere evitar. Se estima que costaría 66 millones de dólares anuales.

Sólo algunos empleados del estado entran en el requisito como las agencias del gabinete del gobernador, los empleados de la salud en el sector privado de atención de la salud y los entornos de atención a largo plazo. No se extiende a la educación superior, K-12, la rama legislativa, la rama judicial y los empleados de los funcionarios elegidos por separado.

Los hospitales del condado de Spokane ya cumplen este requisito.

El Estado de Emergencia COVID-19, declarado el 29 de febrero de 2020, otorga al gobernador Inslee la facultad de hacer que las vacunas sean obligatorias para los empleados estatales.

Una larga lista de requisitos de vacunas está comenzando a desplegarse, incluyendo a todas las tropas de los Estados Unidos y los empleados federales.

Algunos de los primeros empleados estatales a los que se les exigió la vacuna fueron los de California y Nueva York, pero Nueva York está dando a los empleados la opción de hacerse la prueba en lugar de vacunarse. La ciudad de Nueva York está empujando el requisito aún más con los clientes que tienen que mostrar la prueba para los restaurantes y gimnasios de interior con la aplicación a partir del 13 de septiembre.

Este requisito se produce en un momento en el que Estados Unidos está registrando una media de 100.000 nuevos contagios de COVID-19 al día, una cifra que no se veía desde la oleada de invierno.

Las autoridades sanitarias afirman que el aumento se debe a la variante delta, que es muy transmisible, y a las personas no vacunadas.