Messi, Luis Suárez, Sergio Busquets y Jordi Alba ya no están para jugar domingo, miércoles, domingo. Es por dicho motivo que Gerardo Martino apostó por el 3-5-2 que viene utilizando tras la salida de DeAndre Yedlin, pero con la introducción de Noah Allen (stopper izquierdo), David Ruiz (carrilero derecho), Lawson Sunderland (volante mixto) y Leonardo Campana (centrodelantero). Además, Federico Redondo jugó de volante central, ante la falta de Busquets. En víspera de la vuelta ante Nashville, y con la necesidad de la victoria tras el 2-2 en Tennessee, era crucial rotar.
Sin embargo, el Inter Miami demostró que, ante ausencias de jerarquía, no tiene soluciones colectivas. Leo y Lucho carrearon a las Garzas en el 5-0 frente a Orlando City y levantaron el 0-2 vs. Nashville. Pero, sin el argentino y el uruguayo en el campo de juego, las Garzas no tuvieron manera de dominar, de generar peligro, de generar conexiones entre líneas. Incapaces de hilvanar pases, los balones largos fueron moneda corriente. Y así como los resultados positivos se pudieron explicar desde la centralidad del 10 y el 9, el análisis de esta derrota frente a Montreal también puede tener su punto de partida en su carencia.
El Montreal se fue al descanso con el 1-0 en la mochila. Parado en un 5-2-3 en bloque medio, el conjunto de Laurent Courtois se sintió muy cómodo esperando al Inter Miami, recuperando la pelota en la mitad del campo y atacando los espacios abiertos. Abrió el marcador de la mano de Fernando Álvarez, por una pelota parada, pero tuvo varias situaciones de gol de contragolpe, incluyendo dos mano a mano de Matías Cóccaro.
El comienzo del complemento fue muy desordenado. Reinó la imprecisión, no existió el mediocampo y los arqueros pasaron desapercibidos, hasta que el Inter pudo juntar tres pases de primera en 3/4, rompió el molde de Montreal y Campana firmó el 1-1. Pero la alegría les duró poco. Aprovechando un gran centro, el Zorro no perdonó, ante una muy mala salida de Drake Callender. El golpe fue mortal. Dos minutos después, cayó el tercero, de un descoordinado retroceso de las Garzas.
Teniendo que levantar dos goles, Martino movió el banco, metió a Busquets y Suárez y propuso un 4-3-3 con tres delanteros de área: Lucho, Campana y el haitiano Shanyder Borgelin. Los centros estaban garantizados. No obstante, fue Jordi Alba, ya en una posición de volante interno, quien achicó el score, con un golazo de volea desde la medialuna del área. A lo Messi. No alcanzó para sostener el invicto.
¿Qué conclusiones puede sacar Martino de esta derrota? Messi y Suárez son los que convierten al Inter Miami en candidato, tanto en la MLS como en la Concachampions. Sin ellos, el equipo naufraga entre el poco poderío ofensivo y la necesidad de un evento extraordinario para ponerse en ventaja. Da la sensación de que ni Leo ni Lucho pueden tener descanso. La buena noticia es que ambos llegarían con el tanque lleno a la revancha contra Nashville. ¿Les será suficiente para llegar a 4tos. de final?