Estados Unidos, diciembre 2024 – El asilo en Estados Unidos atraviesa una crisis sin precedentes. Según los datos judiciales más recientes de Trac Immigration, la tasa nacional de concesión cayó al 47% en el año fiscal 2024. Como si fuera poco, en solo octubre de este año, las cifras de aprobaciones alcanzaron solo un 35%.
Para el abogado de inmigración, Héctor Quiroga, de la firma Quiroga Law Office, PLLC, “este descenso marca un cambio significativo en el panorama para los solicitantes de asilo, quienes enfrentan cada vez más obstáculos en sus audiencias ante jueces de inmigración, lo que refleja no solo un endurecimiento de los criterios, sino también un sistema que cada vez ofrece menos garantías para quienes buscan protección”.
Disparidades entre estados y un impacto desproporcionado
En el 2024, Nuevo México, con el 86%, ocupó el primer el lugar en las tasas de denegación de casos de asilo; Texas por su parte, ocupó la segunda posición con el mayor número de solicitudes rechazadas alcanzando el 83%, mientras que New Jersey, se quedó con la tercera posición y una tasa de negación del 82%. De otro lado, Utah, con el 25%; Nevada, con el 23%, y Misuri, con el 19%, son los territorios en los que se aprobaron el mayor número de solicitudes en caso de asilo.
Estas disparidades reflejan políticas locales divergentes y la influencia de factores como la disponibilidad de abogados especializados y la presión de las políticas estatales. “El hecho de que un solicitante tenga más probabilidades de ser rechazado dependiendo de la jurisdicción donde se evalúe su caso pone en entredicho la equidad del sistema; esto evidencia una falta de uniformidad en la aplicación de la ley de asilo.”, indicó el abogado Quiroga.
Cómo ha sido la evolución en las últimas administraciones
Aunque no se puede concluir de manera directa que el impacto de la administración de turno es clave para saber cómo se comportan las denegaciones de asilo en los Estados Unidos, lo cierto es que en los 4 años de Barack Obama la tasa promedio de aprobación alcanzó el 52%, movido principalmente por el pico registrado en el 2016, en el que se otorgaron más de 12 mil asilos. Por su parte, en la administración de Donald Trump, la cifra bajó al 34%, Mientras, que en el Gobierno de Joe Biden, este número llegó a un
promedio del 53%. Y es que aunque la administración actual inició con un incremento significativo en las aprobaciones, los datos recientes indican un retroceso que podría devolver al sistema a sus niveles más restrictivos.
“Esta tendencia podría ser un reflejo de una creciente politización de las decisiones judiciales en materia de inmigración. Además, la acumulación de casos rezagados presiona a los jueces, lo que podría conducir a resoluciones más apresuradas y menos favorables para los solicitantes,” añadió el abogado de inmigración Héctor Quiroga.
Impacto en nacionalidades específicas
Los solicitantes de países como México, El Salvador, Honduras y Guatemala enfrentan las menores probabilidades de éxito. Durante el año fiscal 2024, México tuvo una tasa de negación del 80%, lo que significa de que 5 mil solicitudes, fueron rechazadas cerca de 4 mil. En Honduras, el 70% de los casos fue negado, lo que significa que de 6 mil solicitudes, 4,200 fueron rechazadas; mientras que para El Salvador, de 5 mil peticiones, 1,800 fueron admitidas, lo que equivale a solo un 36%.
Para el abogado de inmigración Héctor Quiroga, “este tipo de comportamiento sugiere que las dinámicas políticas y socioeconómicas influyen significativamente en las decisiones de asilo y que países con altos niveles de violencia o inestabilidad deberían recibir un enfoque más comprensivo”.
El panorama actual plantea serias preocupaciones sobre el acceso a la protección para los solicitantes de asilo. A medida que las tasas de concesión disminuyen y las denegaciones alcanzan niveles récord en ciertos estados, el sistema enfrenta cuestionamientos sobre su capacidad para garantizar un trato justo y equitativo.
“Si estas tendencias persisten, es probable que más solicitantes enfrenten deportaciones, mientras el sistema sigue bajo presión. La revisión de las políticas de asilo y una mayor inversión en recursos judiciales serán esenciales para abordar este desafío”, puntualizó el abogado Quiroga.