Lo que haga Lewis Hamilton influye de alguna manera en la Fórmula 1, pero que se anuncie que dejará Mercedes y correrá para Ferrari en 2025 afecta necesariamente a cualquier piloto que no tenga contrato firmado para ese año, e incluso los que lo tengan y eso incluye, por supuesto, al mexicano Sergio ‘Checo’ Pérez.
Checo Pérez está en el último año de su más reciente contrato con Red Bull, su prioridad es una extensión con los de Milton Keynes, la cual llegará más temprano que tarde si su inicio de temporada es fuerte sábados y domingos, y consistente en el primer tercio del calendario de 24 carreras, es decir, para el octavo GP que será en Mónaco, el tapatío de 34 años ya debería saber cuál será su futuro a corto y mediano plazo.
El asiento de Red Bull junto a Max Verstarppen es muy codiciado, pero al mismo tiempo temido por los pilotos de la F1. Es deseado porque es manejar el RB20 y después el RB21, evoluciones del exitoso concepto creado por el grupo de ingenieros liderados por Adrian Newey.
Pero también es un asiento al que no todo mundo se atrevería a subir, ya que el desarrollo del mismo está orientado al muy particular estilo de manejo de Max Verstappen que privilegia un auto con un frente muy fuerte y una parte trasera muy suelta, pero que resulta muy complicado para otros pilotos en su adaptación.
De cualquier manera, el mercado tiene copados para 2025 los asientos en McLaren con Lando Norris y Oscar Piastri; Ferrari con Charles Leclerc y su flamante nueva contratación que carga con siete títulos mundiales en el pecho, Lewis Hamilton; Red Bull tiene firmado a Verstappen, por supuesto; Mercedes tiene amarrado a George Russell hasta 2025; Aston Martin tiene como activo permanente a Lance Stroll y se acabó, el resto de las butacas en los monoplazas de la F1 están libres.