Con la masificación del uso de internet y de las redes sociales a nivel mundial, así como el aumento en los indicadores de violencia en escuelas y diversos espacios físicos, son cada vez más las personas que son víctimas de bullying o acoso y que se convierten en el blanco de ataques, que pueden generar en
quienes lo padecen situaciones de ansiedad, miedo y estrés.
¿Pero qué pasa cuando este relacionamiento involucra acoso, intimidación y daño emocional, por ejemplo, hacia un menor o un inmigrante indocumentado?
Aunque hay mecanismos legales para denunciar este tipo de situaciones, en algunos
casos se vuelve complejo, dados los pasos que se deben surtir para hacerlo de manera
correcta y lograr así un reporte adecuado.
Al respecto, el abogado de inmigración Héctor Quiroga, quien tuvo la oportunidad de vivir
el proceso en persona, con uno de sus hijos, aseguró que “hace un par de años cuando
fui enterado de que a uno de mis hijos lo habían golpeado en la escuela, sin causa
aparente, acudí al centro educativo para formular la denuncia pertinente, sin embargo, al
intentar hacerlo me encontré con barreras que, de no haber sido porque soy abogado,
hubieran sido suficientes para dejar el tema tal cual estaba.
Sin embargo, como conocedor de la ley, seguí con el trámite respectivo y acudí a instancias diferentes”.
Las pruebas y el reporte, acciones clave en el proceso Una vez salió de la escuela, fue a la estación de policía a hacer la denuncia, con el objetivo de generar el reporte respectivo. También se debe tener en cuenta que en muchos casos, la autoridad podría negarse a generar el reporte y es allí cuando se
debe ser reiterativo y conocer los derechos que se tienen.
“Cuando obtuve el documento respectivo (el reporte), sabía que tenía dos opciones, la
primera consistía en interponer una demanda penal, y la segunda, una civil. En este caso,
opté por la civil. También solicité una orden de protección emergente, que te dan por 14
días, en la que la persona que cometió el acto violento no podía acercarse a mi hijo”,
puntualizó el abogado Quiroga. Posteriormente vino el juicio en corte.
Estos trámites son fundamentales para que un caso de bullying tenga los soportes
necesarios y suficientes, con el objetivo de que una persona pueda ser considerada
como víctima de algún tipo de violencia y tenga la oportunidad de aplicar por una Visa U,
ya que, como se indicó anteriormente, se requiere de una denuncia ante la policía, ya
que el reporte de la autoridad competente será necesario para iniciar el proceso
respectivo. Es importante conocer que no todas las situaciones de bullying califican, ya
que la visa U está diseñada para casos graves de delitos.
“Quise compartir esta historia porque, aunque no era un caso específico de inmigración
ya que mis hijos son nacidos en los Estados Unidos,las personas deben tener en cuenta
que no será un proceso rápido ni fácil, pero que se debe dar la batalla, toda vez que son
estos soportes los que permitirán aplicar a una visa de este tipo, que lleve a un ajuste en
el estatus, para aquellos inmigrantes que estén viviendo una situación así”, confirmó el
abogado Héctor Quiroga, quien fue enfático en advertir que la asesoría legal siempre
será necesaria.
¿Tienen las denuncias un tiempo de vigencia?
Es fundamental subrayar que no existe un plazo específico para que las personas que
han sido víctimas de estos acosos presenten la denuncia ante la autoridad competente,
así las cosas, el hecho pudo haber pasado hace 5 o 10 años y mientras que la víctima
cuente con las pruebas y los soportes que fundamenten su miedo podrá hacer el trámite
respectivo.
Las ventajas de aplicar a la Visa U
Aunque es un proceso cuyo tiempo de gestión puede tardar hasta 5 años, son múltiples
los beneficios de aplicar. El primero de ellos es que, en la mayoría de los casos, durante
el tiempo de gestión de la visa (por lo general pasado el primer año), la persona puede
acceder a un permiso de trabajo y a un número de seguro social. Segundo, la visa U
puede representar el camino hacia la residencia y la ciudadanía. Tercero, ofrece
protección a las víctimas, al permitir que se formule la denuncia sin temor a que haya
una deportación. Y, cuarto, es uno de los pocos procesos migratorios que perdona
entradas y salidas indocumentadas.
“Sumado a que la persona que es demandada nunca se entera del proceso migratorio
que está llevando a cabo la víctima, el aplicante puede acceder a perdones en algunos
crímenes específicos, como por ejemplo las entradas y salidas que haya realizado sin
documentos, también aquellos relacionados con la conducción bajo los efectos del
alcohol o de alguna sustancia alucinógena, así como el haber presentado algunos
documentos falsos”, confirmó el abogado Héctor Quiroga.
