Rebeca Andrade: la gimnasta brasileña que conquistó el oro en París a pesar de las duras pruebas de su vida

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La gimnasta brasileña Rebeca Andrade ha sido una de las atletas más premiadas en los Juegos Olímpicos 2024 en París, poniendo a Brasil en alturas que nunca había visto.

Pero el camino a la medalla de oro fue muy sacrificado.

Andrade, de 25 años, se llevó cuatro medallas en los Juegos Olímpicos de París, incluyendo una de oro en la rutina de piso, con la cual superó a la estadounidense Simone Biles. Andrade obtuvo un puntaje de 14.166 solo pocos puntos de ventaja sobre Biles que obtuvo 14.133.

Esta la convirtió en la gimnasta más premiada en la historia de Brasil, y en la atleta olímpica con la mayor cantidad de medallas del país, según el Comité de los Juegos Olímpicos. 

En los Juegos Olímpicos de 2020, Andrade ganó una medalla de plata en gimnasia artística general, convirtiéndose en la primera gimnasta brasileña en ganar una medalla olímpica. También ganó una medalla de oro en salto de caballo.

Andrade primero compitió en los Juegos Olímpicos en el 2016, cuando su país fue el anfitrión en Río, Brasil.

Llegar a las olimpiadas fue un gran reto, ya que tuvo varias lesiones en el ligamento cruzado anterior (LCA) en el 2015, y había sufrido una fractura en el pie en el 2014. 

Luego de competir en el 2016, Andrade se volvió a romper el LCA justo antes del Campeonato Mundial de Gimnasia del 2017, y no pudo competir.

Regresó al Campeonato en el 2018 luego de recuperarse de sus cirugías de la rodilla, donde Brasil llegó en séptimo lugar, pero se rompió el LCA por tercera vez justo después.

Pudo volver a las competencias en el 2019, pero no tuvo mucho tiempo para brillar antes de que empezara la pandemia.

A pesar de esto, la gimnasta sabía que no se podía rendir. Además, su red de apoyo se había mantenido a su lado sosteniéndola y motivándola para que no se diera por vencida. 

Antes de los Juegos Olímpicos en París, Andrade le dijo al Associated Press que no estaba segura si podría alcanzar los logros de su ídola, Daiane dos Santos, quien fue la primera gimnasta brasileña en ganar una medalla de oro en el Campeonato Mundial.

Sin embargo, Andrade deslumbró en sus rutinas en los Juegos Olímpicos de París, después de batallar tres heridas serias, logró hacerlo con una sonrisa y carisma que cautivó a miles de personas en Brasil y en todo el mundo.

De caminar horas para ir a las prácticas al podio olímpico

Andrade asegura que le debe todo su éxito a su familia y le dijo al comité olímpico que ellos “hicieron sus sueños posible”.

La increíble vida de la gimnasta brasileña que se consagró en Tokio.

Andrade nació en una de las favelas de Guarulhos a las afueras de Sao Paulo, Brasil, en mayo de 1999. Es una de ocho hijos y su madre tuvo que sostener sola a toda su familia, pero hizo todo lo posible para que ella pudiese perseguir sus sueños como gimnasta. 

De acuerdo con la página oficial de los Juegos Olímpicos, su talento fue reconocido a temprana edad, “lo que la impulsó a caminar durante horas para ir a las prácticas” ya que no siempre tenía los fondos para pagar el transporte público.

Su madre, Rosa Rodrigues, limpiaba casas para poder pagar las clínicas de gimnasia, según una entrevista que concendio al medio local G1 en el 2021. Su tía la acomodaba en su itinerario para poderla llevar al gimnasio. Su hermano inculso intercambió latas por una bicicleta vieja para que su hermana pudiese llegar a sus prácticas. La familia hizo todo lo posible para que Andrade pudiese entrenar en los mejores gimnasios de Brasil, según la Federation Internationale de Gymnastique (Federación Internacional de Gimnasia), el organismo rector de la gimnasia en todo el mundo.

“De pequeña siempre fui muy activa. Entonces, mi tía me llevó al gimnasio donde ella trabajaba y comencé a hacer gimnasia. Era increíble. El gimnasio parecía un parque de diversiones. Creo que si no fuera por ese programa, no habrían descubierto mi talento y yo solo sería una niña jugando en la calle”, dijo Andrade a la Federation Internationale de Gymnastique.

Su red de apoyo y su enfoque lo fueron todo en París, donde probó que podía triunfar aún con todos los obstáculos en su camino. Durante la competencia se rehusó a enfocarse en sus rivales, y en su lugar puso su energía a asegurarse que daría lo mejor de sí.

“Yo no pienso en las otras competidoras”, Andrade le dijo a Associated Press antes de los Juegos Olímpicos. “Si me enfoco en lo que ellas están haciendo, no me puedo enfocar en mí. Tuve tantas cirugías. No puedo arriesgarme a no estar enfocada”.

Andrade espera utilizar su determinación y perseverancia para inspirar a otras niñas brasileñas a que persigan sus sueños sin importar lo que la vida les ponga en el camino.

“Muchas niñas empezaron a venir a entrenar en el 2021 por Rebeca”, le dijo Mônica dos Anjos, la primera entrenadora de Andrade cuando era niña, al Associated Press. “Ahora saben que es posible. Solo soñar ser como ella y esforzarse les va a abrir muchas puertas en el futuro”.

Andrade logró conquistar el oro durante los Juegos Olímpicos de París y se convirtió en la primera gimnasta en derrotar a la estadounidense Simone Biles en una final de piso.

Cuando la brasileña se subió al podio, Biles y Jordan Chiles le rindieron honor inclinándose a modo de reverencia. Una foto que ha pasado a la historia como uno de los momentos de compañerismo femenino deportivo.

Con información de Associated Press.