La Organización de Estados Americanos (OEA) no pudo llegar el miércoles a un consenso para presionar a las autoridades venezolanas a publicar “inmediatamente” y verificar los resultados de las elecciones que dieron por ganador a Nicolás Maduro, tras varios días de críticas por falta de transparencia de organismos internacionales y líderes de la región como sus aliados Gustavo Petro y Luiz Inácio Lula da Silva.
La resolución instaba a la autoridad electoral de Venezuela “a que publique inmediatamente los resultados de la votación” y “se lleve a cabo una verificación integral de los resultados” en presencia de observadores internacionales independientes “para garantizar la transparencia, la credibilidad y la legitimidad de los resultados electorales”.
Pero tras un largo debate de más de cinco horas a puerta cerrada los representantes de los países de la OEA no pudieron llegar a un consenso y forzaron así una votación en el Consejo Permanente de la OEA. Allí debían conseguir la mayoría absoluta de los votos, pero tampoco obtuvieron los 18 que necesitaban para que fuera aprobada. Les faltó uno.
“No logramos enviar juntos un mensaje contundente”, expresó el presidente del Consejo, Ronald Michael Sanders, representante de Antigua y Barbuda ante la OEA, tras haber anunciado que la resolución no había sido aprobada. “Lo que se necesitaba hoy era flexibilidad. Desafortunadamente, la flexibilidad murió en un punto. Eso fue lamentable”.
La convocatoria se dio un día después de que el secretario general de la OEA, Luis Almagro, urgiera a Nicolás Maduro a reconocer su derrota en los comicios presidenciales o a convocar a una nueva elección, y en momentos en que parecía incrementarse la presión entre los países latinoamericanos.
Sanders dijo que el consenso no pudo sellarse por una oración, pero no aclaró cuál fue.
ASI DECIDIERON LOS PAÍSES VOTANTES
Brasil y Colombia, cuyos líderes habían exigido transparencia a la autoridad electoral en los últimos días, se abstuvieron. México ya había anticipado que no estaría presente.
Un total de 17 miembros del Consejo Permanente de la OEA votaron a favor, 11 se abstuvieron y cinco estuvieron ausentes, entre ellos Trinidad y Tobago y la propia Venezuela, además de México. No hubo votos en contra.
También se abstuvieron Bolivia y Honduras, entre otros. A favor de la resolución votaron Argentina, Canadá, Chile, Costa Rica, El Salvador, Panamá, Perú, República Dominicana, y Estados Unidos, entre otros.
La presión extranjera fue incrementándose luego de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamara el lunes oficialmente presidente a Maduro, en su segunda reelección para un tercer mandato de seis años, después de difundir resultados que daban al mandatario la victoria electoral con 51% de los votos frente a 44% del candidato opositor Edmundo González.
Miles de opositores han salido a las calles de Venezuela a protestar contra este resultado.
La oposición, liderada por María Corina Machado y González, sostiene que ha ganado los comicios por un margen sustancial y reclama a las autoridades la publicación de las actas electorales.
Gobiernos que representan un amplio espectro político, desde la izquierda a la derecha, se han sumado a los reclamos, incluyendo a Argentina, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, Estados Unidos, Panamá, Perú, República Dominicana y la Unión Europea, entre otros.
La sesión se realizó en la sede de la OEA en Washington y fue convocada por una docena de países: Argentina, Canadá, Chile, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.
La resolución pedía también como una “prioridad absoluta salvaguardar los derechos humanos fundamentales de Venezuela”, principalmente el de manifestarse pacíficamente sin represalias, y resaltaba “la importancia de proteger y preservar todos los equipos utilizados en el proceso electoral, incluyendo las actas y resultados impresos”.
Almagro, que habló casi al final de la sesión de tres horas y media, dijo que es “improcedente completamente” y “devastador para la democracia” que las autoridades no hayan presentado aún las actas, tres días después de los comicios.
Dijo, asimismo, que hay testigos de mesa que están siendo encarcelados y que es el momento de presentar acusaciones contra Maduro.
“Hay premeditación y alevosía, un curso con tal ferocidad, ventaja superior”, subrayó Almagro. “Es hora de la justicia y nosotros vamos a solicitar la imputación de esos cargos con orden de detención”, sostuvo, sin dar detalles de cómo o dónde lo hará.
En la mañana, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador anunció que la canciller Alicia Bárcena no estaría en el encuentro. “No vamos a participar porque no estamos de acuerdo con la actitud de parcialidad de la OEA”, afirmó durante su conferencia matutina diaria.
Un día antes la oficina de Almagro, emitió un comunicado en el que dijo que “resulta imperioso conocer sobre la aceptación de Maduro de las actas en poder de la oposición y en consecuencia aceptar su derrota electoral”. De no hacerlo, indicó, “sería necesaria la realización de nuevas elecciones” con observadores internacionales de la Unión Europea y la OEA y nuevas autoridades electorales “para que se reduzca el margen de irregularidad institucional que plagó este proceso”.
Venezuela resolvió hace años retirarse unilateralmente de la OEA, pero aún así Almagro y el Consejo Permanente del organismo han abordado en reiteradas oportunidades la situación del país bajo el argumento de que así ayudan con la democracia en el hemisferio.
Almagro ha sido muy crítico de Venezuela y otros países como Nicaragua y Cuba.
Honduras cuestionó el proceder de la OEA, tras señalar que no le corresponde abordar la situación de Venezuela porque no es miembro del organismo.
“Cuando se escucha a ambas partes de un conflicto no se puede ser imparcial”, expresó el representante de Honduras, Roberto Quesada. Puso también en tela de juicio el pronunciamiento de Almagro del día anterior al considerar que no representa la posición de todos los miembros de la OEA.
El gobierno de Maduro no le permitió a la OEA enviar a una delegación de observadores para que presenciaran los comicios. Sólo un puñado de expertos extranjeros fue autorizado: una pequeña misión de las Naciones Unidas y otra del Centro Carter, una institución no gubernamental estadounidense que promueve la democracia.
El Centro Carter dijo que no puede verificar los resultados de las cuestionadas elecciones de Venezuela y señaló la “ausencia de transparencia” del organismo electoral en la difusión de los resultados.
Después de que Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, República Dominicana, Panamá y Uruguay criticaron la falta de transparencia del proceso electoral, el gobierno venezolano ordenó regresar a todo su personal diplomático en esas naciones y les pidió que hicieran lo mismo con su personal en Venezuela.
El gobierno argentino ha manifestado su preocupación por la situación de seis integrantes del equipo de Machado y González asilados en su embajada en Caracas. Argentina es uno de los siete países de la región a los que Venezuela dio un plazo de 72 horas para desalojar sus sedes diplomáticas.
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La periodista María Verza contribuyó con esta nota desde Ciudad de México. Calatrava reportó desde Buenos Aires.