Cada hora mueren 52 personas de manera violenta en el mundo

En 2021 murieron más personas por homicidio que por conflictos armados y terrorismo combinados, con un promedio de 52 víctimas por hora en todo el mundo, según el Estudio Mundial sobre el Homicidio 2023 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).

“Cada año somos testigos de la pérdida de miles de vidas por homicidio, un sombrío recordatorio de nuestro fracaso colectivo para cumplir la promesa de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de reducir significativamente todas las formas de violencia para 2030”, dijo la Sra. Ghada Waly, Directora Ejecutiva de UNODC. “La compleja red de factores que provoca las muertes por homicidio en todo el mundo, desde la violencia de género contra las mujeres y las niñas, la delincuencia organizada y la violencia pandilleril, hasta la pobreza y la desigualdad, demuestra que no existe un planteamiento único. Espero que este nuevo Estudio Mundial ayude a informar políticas y respuestas preventivas basadas en la evidencia para abordar las causas profundas de esta violencia y salvar vidas humanas.”

El homicidio provocó un promedio anual de alrededor de 440 000 muertes en todo el mundo durante 2019-2021, un número mayor que los asesinatos relacionados con conflictos o el terrorismo juntos. 2021 fue un año excepcionalmente letal, con 458 000 muertes, un repunte vinculado, en parte, a las consecuencias económicas del COVID-19 y a un aumento de la delincuencia organizada y de la violencia sociopolítica y relacionada con las pandillas.

Los datos disponibles para 2022 muestran que -a pesar de un aumento de más del 95% en las muertes por conflictos entre 2021 y 2022- la incidencia mundial de homicidios fue, no obstante, dos veces mayor que la de muertes por conflictos.

El Estudio Mundial sobre el Homicidio ofrece una revisión exhaustiva de las tendencias y patrones del homicidio intencional en todo el mundo. El estudio analiza la compleja dinámica que hay detrás de las cifras, al observar las tendencias regionales y subregionales; los homicidios relacionados con actividades delictivas, los homicidios interpersonales y por motivos sociopolíticos; las respuestas de la justicia penal y las repercusiones del cambio climático, el envejecimiento de la población, la desigualdad, la urbanización y los cambios tecnológicos. Además, una sección especial examina cómo el crimen organizado está influyendo en las tendencias del homicidio en América Latina y el Caribe.