KENNEWICK, WA – “Este lugar me da mucha fe para cambiar. Me da fe porque me enseña que no tengo que ser el niño que fui y que hizo todas esas cosas malas.”
Muchos de los niños en ese lugar han cometido un error o un tipo de crimen en su vida, y este proyecto les enseña usar el arte como inspiración.
El cuarto empezó como una idea para darle esperanzas a los niños.
Una idea que se ha vuelto en un proyecto que los administradores están muy orgullosos de continuar.
El arte en ese lugar le ha dado a muchos un cambio de mentalidad en donde en vez de hacer daño, ahora quieren ser útiles para que otros no cometan los mismos errores.
“Puedo cambiar para ser algo mejor. Para ayudar a mi comunidad y a mi ciudad. Para ayudar a la gente… Ser un ejemplo para los niños”
No todos los jóvenes tienen permiso a entrar al centro artístico. Hay tres categorías que ellos tienen que cumplir ya que el lugar da fe pero todavía tienen que seguir las reglas.
El creador de este proyecto, Jordan Chaney, nos contó un poco uno de los cambios que ha visto en los niños.
“Hemos visto a niños aquí que ya no quieren usar su nombre callejero. Y ahora quieren usar un nombre artístico y verse como una persona más creativa en su futuro en vez de lo que han visto en la casa o en su vecindario.”
El centro sirve como un escape de la realidad adentro del correccional para muchos de los jóvenes.
El organizador dice que su inspiración para comenzar el centro artístico vino de el instituto “Kids at Hope” el cual él atendió el año pasado.