
Una mujer de 65 años de edad, declarada muerta el sábado en Tailandia, empezó a moverse dentro del ataúd en el que era trasladada para su cremación en un templo budista de la provincia de Nonthaburi, al norte de Bangkok, donde los religiosos retransmitieron en directo la noticia a través de Facebook.
Trabajadores del centro religioso Wat Rat Prakongtham, donde se registró el incidente, confirmaron este martes a EFE el suceso, que ha sido reseñado por medios locales, en los que se ha difundido el vídeo del momento en que la mujer fue descubierta con vida.
La sexagenaria, después de hacer unos primeros movimientos, fue sacada del féretro con ayuda de tres hombres, que luego la montaron en una ambulancia y la trasladaron a un hospital cercano.
El templo, que había recibido certificación del deceso, aseguró que la mujer se encontraba bien y que se mantendría bajo observación médica, sin dar más detalles sobre su condición médica o la causa de la creída defunción.
En un vídeo posterior, se muestra que horas más tarde la mujer seguía con vida y que fue trasladada nuevamente en una ambulancia, sin que se conozcan detalles al respecto.
Según Bangkok Post, los médicos le detectaron el domingo una hipoglucemia grave, sin signos de haber sufrido un paro cardíaco o insuficiencia respiratoria.
El templo budista, religión mayoritaria en Tailandia, publica a diario a través de Facebook casos de defunciones que son atendidas en el centro, que ofrece la cremación como parte de un programa de apoyo funerario.
Pairat Soodthoop, el gerente de asuntos generales y financieros del templo, dijo a The Associated Press que el hermano de la mujer de 65 años la llevó desde la provincia de Phitsanulok para ser cremada.
Él comentó que escucharon un leve golpe proveniente del ataúd.
“Me sorprendí un poco, así que les pedí que abrieran el ataúd, y todos se sobresaltaron”, expresó. “La vi abriendo los ojos ligeramente y golpeando el costado del ataúd. Debía llevar bastante tiempo golpeando”.
Según Pairat, el hermano dijo que su hermana había estado postrada en cama durante unos dos años, cuando su salud se deterioró y dejó de responder, y parecía haber dejado de respirar dos días antes. El hermano entonces la colocó en un ataúd e hizo el viaje de 300 millas a un hospital en Bangkok, al cual la mujer había expresado previamente su deseo de donar sus órganos.
El hospital se negó a aceptar la oferta del hermano ya que no tenía un certificado de defunción oficial, dijo Pairat. Su templo ofrece un servicio de cremación gratuito, por lo que el hermano se acercó a ellos el domingo, pero también fue rechazado debido a la falta del documento.
El gerente del templo dijo que mientras explicaba cómo obtener un certificado de defunción, escucharon los golpes. Después la mujer fue evaluada y enviada a un hospital cercano.
El abad dijo que el templo cubriría sus gastos médicos, según Pairat.


