
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, presentará su caso ante el mundo el viernes, dirigiéndose a una comunidad internacional que enfrenta una creciente presión y aislamiento contra su país por su devastador ataque a Gaza.
El líder israelí optó por una ruta inusual para su discurso anual ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, con una ruta de vuelo que aparentemente evitaba países que podrían ejecutar una orden de arresto internacional por presuntos crímenes de guerra en Gaza.
La oficina de Netanyahu indicó que su discurso se transmitirá por altavoces a través de la frontera de Israel con el enclave palestino asediado.
También se espera que se reúna con el presidente Donald Trump, quien el jueves declaró que no permitirá que el estrecho aliado de Estados Unidos anexione la Cisjordania ya ocupada en represalia por la oleada de países que han reconocido un estado palestino.
Netanyahu afirmó que planea “decir nuestra verdad: la verdad sobre los ciudadanos de Israel, la verdad sobre nuestros soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y la verdad sobre nuestro país”, informó The Times of Israel.
Añadió que también planea “denunciar” la creciente lista de países occidentales que han reconocido oficialmente a Palestina como estado en respuesta a la intensificación de su campaña militar.
Las fuerzas israelíes han intensificado sus ataques contra la ciudad de Gaza, asolada por la hambruna, obligando al desplazamiento de cientos de miles de personas, mientras que otras permanecen bajo ataques mortales casi diarios.
Esto también ocurre después de que Trump emitiera una firme advertencia de que no permitiría que el gobierno del líder israelí se anexionara Cisjordania si intentaba seguir adelante con un plan que provocaría una nueva indignación mundial.
“No permitiré que Israel se anexione Cisjordania. No, no lo permitiré. No va a suceder”, declaró Trump a la prensa, tras haber dado previamente garantías privadas a los líderes árabes sobre el tema.
Al preguntársele si había tratado el tema con Netanyahu, Trump respondió: “Hablé con él o no, lo hice, pero no voy a permitir que Israel se anexione Cisjordania”.
“Ya es suficiente. Es hora de parar”, sentenció.
Trump emitió esta inusual advertencia después de que miembros de extrema derecha de la frágil coalición gubernamental de Netanyahu pidieran la medida.
Los palestinos consideran Cisjordania un territorio clave para un Estado reconocido internacionalmente, junto con Gaza y Jerusalén Oriental. La anexión del territorio, ocupado por Israel desde 1967, pondría aún más en peligro esa causa.
Trump también presentó su plan de paz de 21 puntos a los líderes árabes, y su enviado especial, Steve Witkoff, afirmó que la reunión fue “productiva” y que un avance podría ser inminente.
El presidente palestino, Mahmud Abás, también estuvo entre los líderes que se dirigieron a la Asamblea General, aunque se vio obligado a pronunciar su discurso por video después de que Estados Unidos le revocara el mes pasado la visa, junto con las de otros funcionarios de la Autoridad Palestina.
En su discurso por video, Abbas afirmó que los palestinos de Gaza “se han enfrentado a una guerra de genocidio, destrucción, hambruna y desplazamiento” por parte de Israel, y añadió que “a pesar de todo lo que nuestro pueblo ha sufrido, rechazamos lo que Hamás llevó a cabo el 7 de octubre”.
Abbas afirmó que Hamás no tendría “ningún papel que desempeñar en la gobernanza” en el futuro que imaginaba para Gaza.
Ese futuro está en juego en las conversaciones de paz, y Netanyahu se dirigirá a los líderes mundiales bajo la presión no solo de su aliado más cercano y sus ministros, sino también de las familias de los rehenes que aún permanecen retenidos en Gaza.
Hasta ahora, el líder israelí ha desafiado las protestas que le exigen que alcance un acuerdo para poner fin a la guerra y liberar a sus seres queridos.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés por Chantal Da Silva para nuestra cadena hermana NBC News. Para más de NBC News, entra aquí.