José Hernández inspira a estudiantes en Pasco con su historia

Hijo de migrantes campesinos originarios de Michoacán, México. A sus 43 años, Hernández logró convertirse en astronauta de la NASA, siendo la primera persona en usar el idioma español en el espacio al tuitear durante la misión STS 128.

Esta semana visitó la Escuela Secundaria de Pasco para compartir su inspiradora trayectoria y motivar a los estudiantes a luchar por sus sueños. Resaltando sus orígenes, dijo: “Yo vengo del campo, soy migrante. Sin embargo, yo no tuve miedo en soñar en grande”.

José nos cuenta cómo la NASA lo rechazó 11 veces antes de aceptarlo y compartió la receta del éxito que le dio su padre. 1. Definir una meta clara; 2. Reconocer la distancia hacia esa meta; 3. Crear un plan de acción; 4. Prepararse con esfuerzo y, por último, perseverar sin rendirse. Destaco que, a pesar de la escasa educación de su padre, fue sabio en darle un consejo de éxito.

Me dijo: “Sigue estos cinco pasos”. Y este es un hombre que nomás tiene una educación de tercer grado de primaria, pero sabio en darme este consejo”.

Su experiencia en el espacio ha sido uno de sus mayores logros, quedando completamente impresionado al ver la Tierra en todo su esplendor y reflexionando sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.

“Viendo la tierra desde el espacio, pues la ve uno bellísima a nuestra tierra. “Hay que cuidar el medio ambiente y lo más bonito es que no hay fronteras desde allá arriba, ¿verdad?”, acotó.

Con su historia busca inspirar a los jóvenes a soñar en grande y prepararse. Explicó que ser bilingüe y aprender nuevas culturas fue clave para su éxito.

“Siempre es bonito conservar las tradiciones de nuestra gente, ver a nuestros abuelos, bisabuelos y yo, siendo mexicano, de padres mexicanos, estoy orgulloso de ser latino”.

Hernández invita a los jóvenes y adultos a nunca rendirse en sus metas. Además, hace un llamado a los padres para que se involucren más y apoyen a sus hijos en sus propósitos de vida.

“El cielo es el límite y yo les digo que no, que yo soy prueba de que el cielo no es el límite, son las estrellas. “Siempre y cuando los jóvenes y los adultos también luchen por sus sueños, hay que echarle ganas porque nada nos cae del cielo”, finalizó.